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Confesaos vuestras faltas unos á otros, y rogad los unos por los otros, para que seáis sanos; la oración del justo, obrando eficazmente, puede mucho. —Santiago 5:16 (RV1909)
Hay un caso en particular que me llama la atención. Se trata de un caso de una persona que intercedió por sus hermanos. Creo que este es un ejemplo perfecto de la importancia de interceder. Podemos encontrar un resumen de esta historia en el capítulo 9 de Deuteronomio, versículos 16 a 20. Leamos:
Y miré, y he aquí habíais pecado contra Jehová vuestro Dios: os habíais hecho un becerro de fundición, apartándoos presto del camino que Jehová os había mandado. Entonces tomé las dos tablas, y arrojélas de mis dos manos, y quebrélas delante de vuestros ojos. Y POSTRÉME DELANTE DE JEHOVÁ, como antes, cuarenta días y cuarenta noches: no comí pan ni bebí agua, á causa de todo vuestro pecado que habíais cometido haciendo mal en ojos de Jehová para enojarlo. Porque temí á causa del furor y de la ira con que Jehová estaba enojado contra vosotros para destruiros. PERO JEHOVÁ ME OYÓ AÚN ESTA VEZ. Contra Aarón también se enojó Jehová en gran manera para destruirlo: Y TAMBIÉN ORÉ POR AARÓN ENTONCES. —Deuteronomio 9:16-20 (RV1909)
Esto es muy, muy poderoso. Tal vez te hayas preguntado por qué el Señor perdonó a Aarón. Realmente merecía morir. Pues bien, ahora tienes la respuesta. Su hermano, alguien muy cercano a Dios, oró por él. ¡Esto es grandioso!
Recuerda que los habitantes de Sodoma y Gomorra eran malvados, pero si hubiera habido al menos diez justos, el Señor habría perdonado las ciudades por amor a ellos. Los justos son muy especiales para Dios. Él escucha sus oraciones y responde. Son su tesoro especial. ¡Gloria a Dios!
Haz una sesión de intercesión por una necesidad concreta en tu casa/grupo/iglesia/escuela.
Invita a todos los participantes a orar juntos. Pide a dos o tres voluntarios que oren por la necesidad que hayan elegido. Tal vez tu grupo pueda presentar una petición por el pueblo de Ucrania.
Haz hincapié en la poderosa verdad de que una persona justa tiene una conexión especial con Dios (Santiago 5:16). Eleva este concepto señalando el hecho de que si una persona justa tiene poder, ¿qué tal un grupo de personas justas? ¡Un pensamiento poderoso!
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se convinieren en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos ó tres congregados en mi nombre, allí estoy en medio de ellos. —Mateo 18:19-20 (RV1909)
Edward Lara
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